Venus Pixeleada: Una invitada muy especial. Parte 2

image Continuamos con nuestra programa especial de este día. Como dije en el post anterior, dependíamos de que los Hados Blogueros nos sonrieran esta mañana y así resultó. Nuestra recalcitrante entusiasta y animosa colaboradora Botica Pop paga sus deudas con la sociedad y se pone al día con su guest post para esta columna. Va exactamente a la mitad del camino para salir de su autoimpuesto purgatorio, así que podemos considerarlo un éxito. Ya le falta menos.

No es coincidencia que la apuesta que hicimos haya versado exactamente de este tema. Como ella mismo dijo en el post previo, somos grandes cuates y compartimos muchas cosas (hasta un Plan Secreto para Conquistar el Mundo) pero en este particular punto frecuentemente no tenemos la misma opinión, por decirlo amablemente.

Y está bien, nadie dice que todos tengamos que estar de acuerdo en todo siempre.

En esta ocasión nos explica un poco de sus razones para este desacuerdo, que mientras mas lo leo menos me lo parece, curiosamente. De forma que le dejo el segundo post cortesía de la fabulosa aunque desafortunada en el juego, Botica Pop 😉

Si son mexicanos, seguro reconocen una frase como esta

“Yo como digo una cosa digo otra”

Semejante frase (de La Chimoltrufia, por supuesto) es la que mejor describe al mundo de la moda. Y no podría ser de otro modo. Un día se lleva el cabello con frizz y el exceso en todos los sentidos y al día siguiente lo que rifará será el minimalismo, por decir “algo”. Ya tendrá que venir un psicólogo a corregirme, pero pareciera que en el mundo de la moda se vive una permanente neurosis colectiva. No me malinterpreten, a mi todo eso me encanta. Con el objetivo de vender, ahí dentro se mueven muchísimas fuerzas creativas y a veces lo que se produce es arte. Y como en la moda todo es vehemencia y deslumbramiento, de repente a toda la banda nos da por encumbrar a un diseñador, un estampado, un accesorio o un concepto… para después renegar de él o simplemente tirarlo al olvido.

Otra cosa que tiene la industria, es que de vez en vez les gusta pensar que tienen conciencia social y les da por lo políticamente correcto. Es moda, vaya. Y si está de moda el calentamiento global, se lo toman en serio… hasta que dejan de hacerlo. Si de repente aparecen los medios digitales en escena, no hacen como esos viejitos tan poco cool que dirigen el mundo de la música ¡oh no! No van a cometer la barbaridad de verse oxidados y poco en onda -individualmente puede ser, pero no toda la industria en bloque-. La gente de este medio se mueve con sus tiempos de tal manera que, con harto entusiasmo, se van a trepar al tren y bendito sea dios: van a buscar a los bloggers más populares y van a enumerar todas las virtudes que tienen los blogs y, porque no, también algunas que no tienen. Pero esto pasará. Al menos la locura frenética, pasará.

Y así, después de semejante preámbulo, llego a donde quería: la imagen femenina.

Alguien por ahí culpó a las revistas de moda de que el 48% de las mujeres no se sientan bien con su propio cuerpo. Alguien las culpó de los problemas de anorexia de las adolescentes. Vale, quizá estoy exagerando. Si bien no las culparon, se considera que contribuyen. Y puede que si. Puede que sean un factor dentro de muchos otros.

(N. del E. – No “puede que sea”. Es un hecho que ya comentamos y documentamos antes)

Pero el mundo de la moda ya va un paso adelante, reivindicándolo todo. Y como punta de lanza, una de las mejores revistas de moda en todo el mundo: Vogue Italia (y lo digo sin ápice de ironía).

En diciembre del año pasado, su editorial principal tuvo como temática a Twitter.

Y el número siguiente, el de enero, tenía en portada a una modelo (Karlie Kloss) cayéndose innumerables veces sobre la pasarela.

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(N. del E. – Para mas referencias respecto a modelos cayéndose en la pasarela, ver aqui)

Son muy modernos en Vogue Italia (aquí si es con tono zumbón). Y últimamente parecen haberse dado cuenta de que la belleza también viene en talla grande y/o en color oscuro, y es por eso que lanzaron dos nuevos sitios Vogue:

Vogue Black

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y Vogue Curvy

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Lo que quizá de entrada suene como una interesante iniciativa o una reivindicación, es en realidad indignante porque aquí no hay nada que reivindicar. “Soy negra y también soy bonita” ¿es eso lo que quieren decir? Ya los veo haciendo Vogue Ugly para congraciarse con todas las mujeres que, como Cindy la Regia, nunca se sienten mas gordas, nacas, pobres y feas que cuando leen Vogue.image

Ahora díganme ustedes ¿en verdad me voy a tomar en serio a un ente que “como dice una cosa dice otra”? Personalmente amo la fantasía que se construye en revistas como Vogue de la misma manera que amo las películas de Superman (las de Christopher Reeve) pero no por eso me voy a amarrar una capa roja y a saltar desde la azotea. Alguien tiene responsabilidad respecto a la autoestima de las niñas de 12 años que dejan de comer, pero no es esa gente. En verdad.

Me parece interesante que en un sentido muy real su pregunta es LA pregunta:

¿En verdad me voy a tomar en serio a un ente que “como dice una cosa dice otra”?

Aunque yo la reescribiría de la siguiente forma:

¿Por qué nos tomamos en serio a una industria que se caracteriza por su esquizofrenia?

Porque la pregunta no es si nos la vamos a tomar en serio. Gran cantidad de personas se la están tomando en serio. Y no hablo nada mas de las revistas, los diseñadores o las compañías de publicidad. Importante notar que no hablamos nada mas de adolescentes, sino de mujeres jóvenes y adultas, exitosas e inteligentes que también caen en esta idea. Ni tampoco se trata nada mas del peso y la figura, la edad también es parte de todo esto.  Como ya dijimos en otros posts no se puede tomar un solo elemento de todo esto y hacerlo el único culpable. Botica lo dice y tiene razón, el público es parte del problema también. Y nadie dice que se deje de comprar revistas  y vestidos, AUNQUE ciertamente es una forma de afectar y modificar lo que se presenta y ofrece en ellas, no olvidemos que esto es un negocio y se trata de vender.

El aspecto creativo y divertido de todo esto no esta a discusión, no se trata de volverse un fundamentalista estético, por supuesto. ¿Pero dónde esta la raya entre la diversión inocente y la influencia nociva? ¿En quién está la responsabilidad de enviar otros mensajes? ¿De reiterar lo que muchos decimos respecto a que esto no se puede tomar en serio como un modelo (vaya juego de palabras) a seguir del todo? Algo es cierto, no es cosa de una sola de las partes de la ecuación y tampoco es algo sencillo ni rápido.

Pero por algún lugar hay que comenzar.

¿Ustedes por donde empezarían?

Tanto BoticaPop como yo les agradecemos que pasen por acá y los esperamos en el próximo post de esta serie que ya ve la luz al final del túnel. Si todo sale bien, esto sucederá la próxima semana .

(N. del E. – (Mirando en la dirección general del BoticaPop con ojos de pistola y sonrisa fingida) ¿Verdad, querida?) 🙂

Sigan leyendo.

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9 Respuestas a “Venus Pixeleada: Una invitada muy especial. Parte 2

  1. OK! Yo tengo un reclamo aquí: ¿Este post es de BoticaPop o de Angelbc opinando sobre el texto de Boticapop? ¬¬

    Los adoro a los dos, pero esto se va por las ramas y yo así no puedo opinar. Grumpf!

    Bueno, puedo decir que bien por poner a Cindy! ja ja

  2. La chimoltrufia, jajaja pensé que ese era el link del que hablabas, pero luego pensé que la chimoltrufia no es la que destruye los refranes sino es el chavito del ocho 😛

    Yo quiero que Botica y El otorrino escriban para mi blog también!

  3. Por supuesto que la principal influencia es de las personas cercanas a nosotros. Madre, amig@s, novios.. Yo soy una persona gorda bajo cualquier estándar fashion, sin embargo, en realidad no estoy taaaan gorda. Siempre he tenido problemas son el sobrepeso, pero siempre me he sentido bonita. En mi familia, mis papás y mis hermanos (2 hombres) siempre me han hecho sentir físicamente hermosa (y mentalmente ni se diga), tengo amigas que jamás nos estamos criticando ni aplicando estándares de otras personas, tengo un novio que me adora (sí, presumo) y me hace sentir increíblemente bien conmigo misma.. así que sobra decir que no tengo ningún problema de autoestima.

    Peeeeeero, cuando vas a comprar pantalones y sólo encuentras tallas 0, 3 y 5 (que nisiquiera llegan a lo que realmente debiera ser la talla 5) y tu talla, que aún entra en tallas «normales» (9, 11, dependiendo de la época del año) sólo la encuentras en tiendas de talla extra, ¿cómo no sentirte mal mientras deambulas tienda por tienda sintiéndote cada vez más frustrada?

    El punto es que, aunque la influencia de familia y allegados es más importante, la moda, los diseñadores, las tendencias, siempre te llevarán a sentir en algún momento como una ballena anomal.

  4. Les digo!! ustedes deberían tener un show o algo!! muchachos, están desperdiciando un gran material, hagan un podcast o un blog conjunto.
    Gran post y buena idea lo de poner a Cindy =)
    Un abrazo!!!

  5. Pingback: Venus Pixeleada: La Belleza no es cosa de Juego « El Rincón del Ornitorrinco·

  6. Pingback: Bitacoras.com·

  7. @BoticaPop – Ciertamente es un tema que hay que abordar pero ahi necesito sobre todo testimonios de ambos lados – una mamá y una hija – para que tenga mas peso. Pero seguro que lo tocaremos.

    @Guapologa – Ambas. No seas cuadrada 🙂

    @BereToT – Por favor, tu nada mas dinos y con gusto lo haremos. Sería un honor, de hecho.

    PS – Y es ornitorrinco, no otorrino :S

    @Maye – Un poco de la idea de esta columna es precisamente recordar a las lectoras que habemos muchas personas que vemos hermosas a mujeres que bajo esos estándares medio locos podrían no ser catalogadas como «bellas». De alguna manera el lema de estos posts es lo que suelo decir al terminar cada entrega:

    «No se le crean».

    PS – ¿Puedo usar lo de «Ballena Anormal»? Me encantó 😀

    @DCodyR4 – Ya en serio, si estamos tramando un proyecto conjunto Botica y yo. Ahi les avisamos 😉

  8. Pingback: Venus Pixeleada: Todo lo bueno termina « El Rincón del Ornitorrinco·

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